Pañuelos livianos de seda ondean libres por el cielo
Deseando seguir viajando y por el mundo recorriendo
Encontrándose a su paso globos llenos de aire caliente
Pájaros que planean aprovechando las corrientes
Cometas pizpiretas que a la tierra de un cordel están sujetas
Aviones supersónicos que desaparecen indolentes
Arco Iris que regala promesas de tesoros
Tentando a excavar hondo sin decoro
Pero llegan mantos de rocío que riegan con brío
Refrescando el vuelo, liberando del hastío
Que la nieve envolvió tiempo atrás llenando el aire de frío
Nubes blancas y esponjosas
Alegres, pomposas, amorfas
Cruzan su camino ocultando al Sol jocosas
Mientras no hayan vientos que las pongan rabiosas
Meneándolas, agitándolas, de negro tiñiéndolas
Liberando así su carga en tormentas poderosas
Brisa del Norte aleja a este vaporoso tejido
Atravesando verdes valles, aldeas remotas sin ruido
Dejando maravillosas estelas en el río
Luna llena reflejada en un inmenso lago
Rodeado de un frondoso bosque encantado
Criaturas mágicas escondidas en sus guaridas
Tienen el poder de eximirnos de ese momento aciago
Y así respirar profundo, aires renovados
Estrellas lejanas sonríen ufanas
Al presenciar el gran viaje recorrido con ganas
Brillantes, radiantes, sutiles y distantes
Concediendo a veces deseos formulados a ellas, vacilantes
Sueños ligeros desordenan limpios frescos cabellos
Entramado de ilusiones trazan algunos cuentos
Miradas perdidas en el viejo firmamento
Retornan al presente, regresando a su elemento.
(03/02/09)
lunes, 1 de marzo de 2010
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