El mar golpea de nuevo mis entrañas. Me gusta el agua. Pero sólo a ratos y cuando yo quiero.
Me acerqué a ella buscando libertad, pureza... pero necesito pisar tierra, me he cansado de nadar.
Intento desesperadamente llegar a la orilla. Me entusiasmo cada vez que toco pie y me acerco a ella... pero la corriente es fuerte y muchas veces me arrastra mar adentro.
Lloro y mis lágrimas se mezclan con las olas. Ambas son saladas. Siento que me abandonan las fuerzas. Me dejaré llevar a la deriva mientras descanso otro poco más.
Cierro los ojos mientras me relajo. Me da por pensar que ya soy parte del mar que jamás volveré a pisar tierra y me asusta.
Me centro para tranquilizarme en las sensaciones que me transmiten las texturas del agua tan fría... su olor me embriaga hasta el punto de disolverme en ella...
Nada volverá a ser igual.
(20/07/08)
lunes, 1 de marzo de 2010
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